La Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y
de la Sangre del Señor Jesús, que Él instituyó para perpetuar en los siglos,
hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia
el memorial de su Muerte y Resurrección. Es signo de unidad, vínculo de caridad
y banquete pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y
se nos da una prenda de la vida eterna.
¿Qué
representa la Eucaristía en la vida de la Iglesia?
La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida
cristiana. En ella alcanzan su cumbre la acción santificante de Dios sobre
nosotros y nuestro culto a Él. La Eucaristía contiene todo el bien espiritual
de la Iglesia: el mismo Cristo, nuestra Pascua. Expresa y produce la comunión
en la vida divina y la unidad del Pueblo de Dios. Mediante la celebración
eucarística nos unimos a la liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna.
¿Qué nombres
recibe este sacramento?
La inagotable riqueza de este sacramento se expresa
con diversos nombres, que evocan sus aspectos particulares. Los más comunes
son: Eucaristía, Santa Misa, Cena del Señor, Fracción del Pan, Celebración
Eucarística, Memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, Santo
Sacrificio, Santa y Divina Liturgia, Santos Misterios, Santísimo Sacramento del
Altar, Sagrada Comunión.
¿Qué lugar ocupa la Eucaristía en el designio
divino de salvación?
En la Antigua Alianza, la Eucaristía fue anunciada
sobre todo en la cena pascual, celebrada cada año por los judíos con panes
ázimos, como recuerdo de la salida apresurada y liberadora de Egipto. Jesús la
anunció en sus enseñanzas y la instituyó celebrando con los Apóstoles la Última
Cena durante un banquete pascual. La Iglesia, fiel al mandato del Señor: «Haced
esto en memoria mía» (1 Co 11, 24), ha celebrado siempre la Eucaristía,
especialmente el domingo, día de la resurrección de Jesús.
. ¿Cómo se desarrolla la celebración de la
Eucaristía?
La celebración eucarística se desarrolla en dos
grandes momentos, que forman un solo acto de culto: la liturgia de la Palabra,
que comprende la proclamación y la escucha de la Palabra de Dios; y la liturgia
eucarística, que comprende la presentación del pan y del vino, la anáfora o
plegaria eucarística, con las palabras de la consagración, y la comunión.
¿Quién es el
ministro de la celebración de la Eucaristía?
El ministro de la celebración de la Eucaristía es
el sacerdote (obispo o presbítero), válidamente ordenado, que actúa en la
persona de Cristo Cabeza y en nombre de la Iglesia.
¿En qué sentido la Eucaristía es memorial del
sacrificio de Cristo?
La Eucaristía es memorial del sacrificio de Cristo,
en el sentido de que hace presente y actual el sacrificio que Cristo ha
ofrecido al Padre, una vez por todas, sobre la Cruz en favor de la humanidad.
El carácter sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las mismas palabras
de la institución: «Esto es mi Cuerpo que se entrega por vosotros» y «Este
cáliz es la nueva alianza en mi Sangre que se derrama por vosotros» (Lc 22,
19-20). El sacrificio de la Cruz y el sacrificio de la Eucaristía son un único
sacrificio. Son idénticas la víctima y el oferente, y sólo es distinto el modo
de ofrecerse: de manera cruenta en la cruz, incruenta en la Eucaristía.
¿De qué modo
la Iglesia participa del Sacrificio eucarístico?
En la Eucaristía, el sacrificio de Cristo se hace
también sacrificio de los miembros de su Cuerpo. La vida de los fieles, su
alabanza, su sufrimiento, su oración y su trabajo se unen a los de Cristo. En
cuanto sacrificio, la Eucaristía se ofrece también por todos los fieles, vivos
y difuntos, en reparación de los pecados de todos los hombres y para obtener de
Dios beneficios espirituales y temporales. También la Iglesia del cielo está
unida a la ofrenda de Cristo.
¿Cómo está
Jesucristo presente en la Eucaristía?
Jesucristo está presente en la Eucaristía de modo
único e incomparable. Está presente, en efecto, de modo verdadero, real y
sustancial: con su Cuerpo y con su Sangre, con su Alma y su Divinidad. Cristo,
todo entero, Dios y hombre, está presente en ella de manera sacramental, es
decir, bajo las especies eucarísticas del pan y del vino.
¿Qué tipo de
culto se debe rendir al sacramento de la Eucaristía?
Al sacramento de la Eucaristía se le debe rendir el
culto de latría, es decir la adoración reservada a Dios, tanto durante la
celebración eucarística, como fuera de ella. La Iglesia, en efecto, conserva
con la máxima diligencia las Hostias consagradas, las lleva a los enfermos y a
otras personas imposibilitadas de participar en la Santa Misa, las presenta a
la solemne adoración de los fieles, las lleva en procesión e invita a la
frecuente visita y adoración del Santísimo Sacramento, reservado en el
Sagrario.
¿Cuáles son
los frutos de la sagrada Comunión?
La sagrada Comunión acrecienta nuestra unión con
Cristo y con su Iglesia, conserva y renueva la vida de la gracia, recibida en
el Bautismo y la Confirmación y nos hace crecer en el amor al prójimo.
Fortaleciéndonos en la caridad, nos perdona los pecados veniales y nos preserva
de los pecados mortales para el futuro.
¿Por qué se
dice que la Eucaristía es «prenda de la gloria futura»?
La Eucaristía es prenda de la gloria futura porque
nos colma de toda gracia y bendición del cielo, nos fortalece en la peregrinación
de nuestra vida terrena y nos hace desear la vida eterna, uniéndonos a Cristo,
sentado a la derecha del Padre, a la Iglesia del cielo, a la Santísima Virgen y
a todos los santos.
Fuente : CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA - COMPENDIO
Fuente : CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA - COMPENDIO
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